By Raquel Quiñones San Germán es mi pueblo querido, en sus lomas alegres nació, y no encuentro otro sitio en el mundo donde yo pueda ser tan feliz. Es antiguo, legendario y muy culto, y fue cuna de hombres grandes ayer, de poetas, maestros artistas, y de damas muy nobles también. Porta Coeli se levanta orgulloso cual reliquia de un tiempo que fue, en sus muros antiguos aun vibra, un pasado de gloria y de fe. Yo no cambio mis verdes colinas por París, Nueva York, ni Berlín porque allí no se ven golondrinas como siempre las vemos aquí. Dios bendiga este pueblo tan más, este pueblo en donde nació, del que puedo yo estar orgulloso, donde siempre me siento feliz.